Estaba esperando a que la profesora repartiera el examen. Si se le olvidaba repartirlo, esa tarde podía salir con los amigos.
-Ojalá que no reparta los examenes. No escribí ninguna pregunta y mi madre me castigara.
-Pues va a darlos. Ya te combiene que tu madre no te castigue. Si lo hace, mi madre no me dejará a mí, estoy seguro.
N0 le dio tiempo de acabar la frase que la profesora dijo su nombre. El penso:
-Ojalá no sea para el examen.
Así era, no era para el examen. Esta vez pudo suspirar tranquilo.
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